lunes, 15 de junio de 2009

WALTER GOGGEL



La historia de ALPINA es la historia de dos hombres que, con su visión futurista, su amor por el trabajo y su fe en Colombia,
llegaron a nuestro país en 1945 procedentes de Suiza.
Don Walter Goggel, quien recibió de su abuelo la oportunidad de montar un negocio propio cerca de Lucerna, al presentir los
vientos de guerra y tras consultar un atlas de América Latina, emigró al Ecuador con su familia y se instaló al sur del país, donde
se dedicó a la agricultura.
Así escribió a Max Bazinger, su amigo de juventud, y lo invitó a que se trasladara a trabajar con él. Don Max accedió y se
desplazó soltero al Ecuador, donde dos años más tarde conoció a Gertrud Gloor, con quien contrajo matrimonio. Juntos iniciaron
la fabricación de quesos y mantequilla, pero el trabajo no prosperó debido a lo incierto del mercado y a las precarias condiciones
de agua y luz tan necesarias en la elaboración de productos de óptima calidad.
Estando en el Ecuador, Don Max Bazinger fue invitado a Colombia por un amigo Suizo para explorar las posibilidades de trabajo
en nuestro país. Así decidieron, junto con Don Walter Goggel, probar suerte en tierras colombianas.
Juntos viajaron en búsqueda de zonas ricas para el acopio de leche. Conocieron el valle de Sopó y quedaron fascinados por su
similitud con el paisaje suizo. Al ir hasta el pueblo, les surgió la idea de establecerse para fabricar quesos y mantequilla.
En ese entonces compraban 500 botellas de leche y manualmente elaboraban el queso diario. Con el tiempo aseguraron un
pequeño mercado y el número de botellas de leche procesadas por día aumentó rápidamente.
Lleno de optimismo se veía a Don Max montar en una carreta tirada por un caballo, cuando iba a la finca productora a recoger la
leche en cantinas. Mientras tanto, fue Walter Goggel quien, con un sello que contenía el nombre de ALPINA en manuscrito y en
color verde, lo estampó sobre uno de los quesos dando origen al logotipo de la Compañía.

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